¿Sabías que el 67 % de las grandes empresas de España y el 79 % de las grandes compañías de Europa desarrollan programas de voluntariado corporativo? Además, el 95 % de las pocas organizaciones que todavía no lo practican, muestran interés en desarrollar este tipo de proyectos, según datos de Voluntare.
No es de extrañar este porcentaje, si tenemos en cuenta que un programa de voluntariado corporativo estratégico bien definido e implementado puede contribuir a generar ventajas competitivas para el negocio y valor añadido para los grupos de interés.
Ya no hay dudas de los numerosos beneficios que generan este tipo de programas: trabajadores motivados y comprometidos, percepción de empresa responsable, sentimientos de lealtad hacia la empresa, mejor comunicación interna, mayor empatía hacia el entorno, eliminación de barreras entre departamentos y un largo etcétera. Y, por supuesto, la fuerte contribución que se hace a la sociedad. El impacto en las entidades sociales y sus proyectos, así como el aporte de conocimientos que se transforma en reducción de costes y enriquecen el tejido social. Además, según el informe de Fundación Telefónica “Retrato del Voluntariado en España” un 20% de los voluntarios de las entidades sociales llegan mediante actividades de voluntariado corporativo.
Con el fin de experimentar al máximo este poder transformador del voluntariado sobre las personas, las empresas y la sociedad y obtener un cambio real, positivo y lleno de sinergias, debemos apostar por la planificación, la ejecución, el control y la evaluación del plan de voluntariado corporativo.
Planificar el voluntariado para un mayor impacto
Después de conocer qué motiva a nuestros empleados a realizar voluntariado y asegurarnos de que son conscientes de todo el valor que aporta, es el momento de elaborar el plan de voluntariado corporativo: este debe contener líneas de acción y objetivos alineados con los valores empresariales, sin perder de vista las necesidades de la comunidad. Además, el plan debe estar dotado de recursos y responsabilidades, reportar resultados y ser evaluado constantemente. Solo de esta manera lograremos que el voluntariado corporativo sea creíble, sostenible y genere un impacto real.
Para definir estos objetivos necesitaremos realizar previamente una reflexión interna mediante el análisis de la visión, la misión y los valores de la empresa, de la estrategia empresarial, del capital humano y de las necesidades detectadas por la organización, entre otros aspectos. También deberemos informarnos de nuestro entorno mediante la observación de los principales problemas sociales, de casos de éxito nacionales e internacionales, de la competencia, de la legislación y de posibles grupos de interés que debemos tener en cuenta.
Manos a la obra con HandsOn Spain
Llevar a cabo este proceso requiere de herramientas diseñadas específicamente para ello. Por eso desde HandsOn Spain, el proyecto que impulsamos desde Voluntariado y Estrategia y la Fundación FDI, te ofrecemos el apoyo necesario para poner en marcha un plan o política que guíe la gestión del voluntariado corporativo y que consiga que este genere un cambio real en tu empresa, en tus empleados y en la sociedad.
Para ello, te ofrecemos diferentes instrumentos, como una encuesta de autodiagnóstico o distintos documentos con recomendaciones prácticas. Con ellos conseguirás desarrollar de manera sencilla un plan de voluntariado que te permitirá enmarcar las actividades dentro de una estrategia definida y, por lo tanto, lograr mayor impacto interno y externo y coherencia en las acciones que se realicen.
Recuerda que podemos ayudarte en este paso o en cualquier otra fase en la que requieras apoyo para lograr un programa de voluntariado corporativo de éxito y transformador. ¡Contáctanos!