El superpoder de los beneficiarios
Con la llegada de los colores de la primavera de 2024, me puse la camiseta de Volies, también muy colorida y decorada con historias imaginadas e implementadas por los más diversos equipos a lo largo de más de una década de experiencias en diversos mercados.
Trabajar bajo la bandera de Volies significa abrazar desafíos multidisciplinares de gran relevancia e interés, en colaboración con equipos internacionales.
Cada iniciativa puesta en marcha en Portugal ha demostrado una constante y rápida captación de voluntarios para nuestros proyectos y estrategias. Esto se debe a la valiosa experiencia práctica que les ofrecemos, así como a nuestra notable dedicación a cada voluntario, al proyecto y a todos los detalles de cada acción en la que participan.
Para mí, hay una fascinación y admiración al conocer las ONG desde dentro y trabajar codo a codo con ellas. Y las acciones de voluntariado nos permiten alinear propósitos y objetivos comunes. Este es, sin duda, el mayor factor de motivación.
El gran descubrimiento de un día de voluntariado en una ONG suele ser la constatación de que estamos contribuyendo a la difusión de los superpoderes de los beneficiarios. Y aquí quizás destacaría el poder de superación. Porque es éste el que, ante la adversidad, a menudo nos deja rendidos y con la boca abierta.
Los beneficiarios de estas acciones tienen un impacto profundo en los voluntarios. Son nuestra (y de todos) fuente de inspiración, resiliencia, coraje y fuerza, con cada historia de vida compartida, cada mirada y cada mano tendida que nos impulsa.
L'Oréal, Synopys, Vertex, SAP, Endesa y Repsol: empresas comprometidas en Portugal
Entre tantas acciones que quedarán para siempre en nuestros corazones, este año de Olimpiadas, pusimos en marcha varias iniciativas con equipos deportivos paralímpicos muy potentes. Tal fue el caso de los voluntarios de L´Oréal en Portugal, que celebraron su Citizen Day 2024 con una jornada de deporte inclusivo donde comprobaron de primera mano junto a los deportistas como el deporte para ellos no es sólo ejercicio, sino una fuente de empoderamiento, autoconfianza y superación.
Pero esto no fue todo con el colectivo de personas con discapacidad, también hemos plantado y cosechado deliciosas hortalizas con ellos, como por ejemplo, hicieron los 30 voluntarios de Synopys, que colaboraron en actividades agrícolas con el equipo local de personas con discapacidad intelectual de Semear, cerca de Lisboa. Una organización que promueve el desarrollo de competencias de personas con dificultades intelectuales, implementando programas de formación psicosocial, formación profesional e inclusión socio profesional.
Juntos cosecharon unos ¡250 kg de puerros y más de 2.000 verduras y hortalizas! Y gracias a esta colaboración se pudieron donar 25 cestas de verduras a familias con necesidades socioeconómicas. Terminando en una comida de hermanamiento en el campo😋.
¡Una actividad a la que también se apunto este año el equipo de Vertex Portugal! Siendo parte por un día de las actividades cotidianas agrícolas, conociendo de primera mano cómo es su día a día y compartiendo una jornada laboral con las mismas para reforzar vínculos y su inserción tanto laboral como social.
Por no hablar de pintar techos y paredes en residencias de ancianos para hacerlas más confortables, como hicieron también los voluntarios y voluntarias de Synopys en Maia. Que se entregaron por completo en la materia.
O los 18 voluntarios de SAP en Portugal, que construyeron kits de superpoderes para los niños y niñas del Hospital Pediátrico D. Estefânia de Lisboa. Unos Kits que en días especialmente difíciles les devolverán su fuerza, el coraje y el poder de soñar.
Por supuesto, además de dos de nuestras primeras colaboradores en el vecino Portugal: Fundación Repsol, que cada año consigue un gran impacto a lo largo de su Semana Internacional del Voluntariado con actividades de alto impacto en el país, y que este año entre las distintas actividades realizaron miles de kit de ahorro energético para familias vulnerables. O Fundación Endesa, que centró sus esfuerzos en el apoyo a los escolares con la creación de mochilas y el apoyo a la campaña ODS al cole.
El superpoder del beneficiario
Es bastante habitual que, al final de cada jornada de voluntariado, uno (o varios) de los voluntarios me pregunte: «¿Cuál es la discapacidad o enfermedad de una persona concreta?». Siempre respondo lo mismo: «No tienen ninguna, pero tienen un extra de paciencia, un extra de resiliencia, un extra de ternura y un extra de gratitud en dosis mucho más altas que nosotros y por eso, de nuestro tiempo e interacción con ellos, nos llevamos las baterías.»
Esta es la lección que aprendí y sigo aprendiendo: el superpoder del beneficiario es el factor «extra» que le permite hacer frente y superar cualquier problema que dependa de él. Y siempre hay una certeza: al final de cada día pasado con estas personas, cada uno de nosotros empieza a reflexionar y a relativizar más sobre su propia vida, y cada problema se convierte en un simple contratiempo que siempre se puede superar.
Cierro el primer año de actividad bajo la égida de Volies con una gran alegría y una gran certeza: todos los que se apuntaron como voluntarios con nosotros este año, cuando reciban una nueva convocatoria en 2025, estarán deseosos de volver a participar.
