Analizando las tendencias de voluntariado y, en particular, aprendiendo sobre las motivaciones en este ámbito de la generación Z gracias el estudio realizado en el grupo de trabajo Voluntare «Activar la Generación Z», se detecta una gran oportunidad para la movilización social de personas que no se identifican en el voluntariado tradicional. Ya hablamos en un anterior artículo del Civic Circle de Points of Light y de su concreción en la Experiencia Social Voluntare como nuevas formas de participación social. Hoy quiero hablar del “voluntariado informal” y del “auto-voluntariado” y de cómo se pueden impulsar por parte de empresas y organizaciones sociales.
Voluntariado informal
El “voluntariado informal” se trata de una práctica que ha ganado popularidad en los últimos años, especialmente entre aquellas personas que buscan contribuir activamente a causas sociales, ambientales o comunitarias de manera autónoma y sin depender de una organización.
Implica la iniciativa personal de identificar necesidades en su entorno y actuar para abordarlas, sin esperar la coordinación o estructura que suelen ofrecer las ONG u otras instituciones.
- DIVERSIDAD: Esta modalidad de servicio puede abarcar diversas actividades, desde la limpieza de espacios públicos, reforestación o la ayuda a personas vulnerables, hasta la organización de talleres educativos o acciones de concienciación sobre temas sociales.
- FLEXIBILIDAD: La flexibilidad que ofrece permite a las personas adaptar su tiempo, recursos y habilidades para impactar de manera directa en la comunidad.
- RETOS: Pero también conlleva retos, al no estar vinculado a una estructura formal, puede carecer de apoyo logístico, formación o incluso acceso a los recursos necesarios para generar un cambio sostenible.
Algunas empresas como IBM, Fundación Telefónica, Fundación Cepsa o Endesa, entre otras, llevan muchos años impulsando este voluntariado informal a través de proyectos definidos de “auto-voluntariado” donde los voluntarios organizan su actividad siguiendo unas indicaciones y formación facilitada por la empresa, de manera libre y autónoma.
El caso de ODS al Cole
Un ejemplo concreto de este tipo de actividad es el proyecto ODS al Cole, diseñado por Volies en 2019 y en el que ya participan de manera activa más de 12 empresas.
- El proyecto ha sido diseñado junto a profesionales de la educación y formadores de la Agenda 2030.
- Consiste en un taller de 50 minutos adaptado a las escuelas, para contar qué son los ODS, y cómo y por que es importante que todos nos involucremos en las aulas de primaria.
- Los voluntarios reciben una formación y un manual con toda la información necesaria para el éxito del taller, además de los materiales y recomendaciones del proyecto.
A día de hoy, el proyecto "ODS al Cole" sigue formando a miles de niños y niñas para que sean ciudadanos activos, organizando las actuaciones directamente con sus colegios, gracias al liderazgo de los voluntarios corporativos.
Benedetta Falletti
Se pueden diseñar proyectos de auto-voluntariado para romper la soledad de los mayores, para formar en habilidades digitales, actuaciones medioambientales, educación financiera y un sinfín de posibilidades.
Invitamos a todas las organizaciones a diseñar proyectos a medidas como estos para ampliar su impacto y participación.
Desde Volies, nos encantará compartir nuestra experiencia y acompañaros, impulsando, como es nuestra misión, la transformación social y la importancia del compromiso individual con el bienestar común.