Los riesgos de no gestionar adecuadamente la Licencia Social para Operar y la relación con la comunidad son cada vez más evidentes en el mundo empresarial actual. Las compañías no solo deben responder a normativas legales: su futuro depende, en gran parte, de la confianza y aceptación que logren a través de un relacionamiento activo y positivo con las comunidades, participando, escuchando y colaborando en iniciativas locales. Aquí es donde entra en juego la Licencia Social para Operar (LSO).
Pero, ¿qué ocurre cuando esa relación con la comunidad no se gestiona adecuadamente? Los riesgos son elevados: desde retrasos en proyectos hasta pérdidas de reputación que pueden poner en peligro la continuidad del negocio.
En nuestro primer artículo abordamos qué es básicamente la Licencia Social para Operar y por qué es clave para las empresas. En este segundo artículo exploramos esos riesgos, cómo prevenirlos y por qué gestionar adecuadamente la LSO es necesario para mantener una buena relación con la comunidad.
¿Qué es la gestión de riesgos en una comunidad?
La gestión de riesgos en una comunidad conlleva identificar, evaluar y disminuir los posibles impactos sociales, ambientales y económicos que un proyecto empresarial puede generar en un territorio.
No se trata solo de prevenir conflictos, sino de crear planes de acción que garanticen que la empresa y la comunidad pueden convivir y tener una confianza mutua.
Gestionar adecuadamente estos riesgos permite anticiparse a problemas antes de que escalen y se conviertan en crisis que afecten a la empresa.
¿Qué ocurre cuando no se gestiona la Licencia Social para Operar?
Retrasos y sobrecostes en los proyectos
La falta de diálogo y transparencia con la comunidad puede derivar en conflictos que paralicen operaciones. En un informe analizando 200 proyectos de infraestructura en América Latina y Caribe, más de la mitad enfrentaron demoras o cancelaciones por conflictos sociales, y muchos también reportaron sobrecostes. (Lessons from Four Decades of Infrastructure Project‐Related Conflicts).
Pérdida de reputación y confianza
Una empresa que promete y no cumple, que ignora las preocupaciones locales o comunica de forma poco clara, corre el riesgo de ser vista como poco fiable. Y en la era digital, una crisis reputacional puede viralizarse en cuestión de horas y verse afectada la percepción pública si falta transparencia, por lo que será necesario reforzar la comunicación, construir confianza y fortalecer la marca desde aquí para evitarlo.
Riesgo de bloqueos o protestas sociales
La oposición de la comunidad puede frenar las operaciones, por ello es fundamental escuchar activamente y trabajar conjuntamente desde el inicio para prevenir posibles conflictos y generar respaldo.
Dificultades para conseguir permisos o alianzas
Los reguladores, inversores y socios estratégicos priorizan cada vez más a las empresas que demuestran una sólida responsabilidad social y un compromiso real con las comunidades a las que afecta. Sin el respaldo de la comunidad, obtener estas licencias, tanto legales como sociales, y establecer alianzas se vuelve mucho más complicado.

Cómo prevenir estos riesgos y avanzar en un buen relacionamiento comunitario
- Escucha activa y constante: no se trata de informar solo al inicio, sino de mantener un canal de diálogo abierto durante todo el proyecto.
- Cumplir lo prometido: la credibilidad es la base de la confianza; si se adquiere un compromiso, debe cumplirse. Por lo que es conveniente empezar poco a poco por compromisos que se vayan a poder cumplir y mantener en el tiempo.
- Involucrar a la comunidad en las decisiones: pasar de un modelo unilateral a uno participativo, donde los actores locales tengan voz y sean escuchados.
- Comunicar con transparencia: dar información clara sobre impactos, beneficios y posibles riesgos.
- Medir y ajustar: evaluar periódicamente la percepción social y adaptar las estrategias según el contexto. Se trata de un proceso de mejor continua que no puede detenerse.
La legitimidad social no se pierde de golpe, se erosiona poco a poco cuando la empresa no gestiona adecuadamente la relación con la comunidad. Como hemos visto, los riesgos de ignorar este aspecto son altos: conflictos, costes, pérdida de legitimidad y de oportunidades.
Cuidar la relación con la comunidad es clave para garantizar la viabilidad de cualquier proyecto a largo plazo, y generar un impacto positivo en las comunidades en las que la empresa opera.
La confianza, como sabemos, es algo que cuesta mucho de ganar pero se puede perder en un sólo instante. Y no se trata solo de conseguirla, sino que hay que mantenerla, para lo cual la escucha activa, actuar con transparencia y una colaboración sostenida en el tiempo con todos los “stakeholders” van a ser la clave para cualquier tipo de organización.
En Volies ayudamos a todo tipo de empresas y organizaciones a identificar esos riesgos, construir relaciones de confianza y mantener su Licencia Social para Operar a largo plazo con la mejor relación con tu comunidad.