Durante varios días he podido asistir como representante de Volies a un encuentro inspirador con organizaciones de toda la Unión Europea que trabajan por el voluntariado: el Congreso de Otoño 2025 del Centro Europeo del Voluntariado (CEV), del que Volies es socia desde hace años. Un encuentro en el que participaron 53 delegacionesde los distintos países miembros, todas con un propósito común: seguir fortaleciendo la participación ciudadana y los valores que sustentan Europa.
Voluntariado y ciudadanía activa: los valores que sostienen Europa
Durante las jornadas se abordaron temas esenciales como el papel del voluntariado en las comunidades y su capacidad para generar conexión entre las personas y entre los pueblos. Porque cuando las personas se implican, crecen los vínculos, la empatía y el sentido de pertenencia.
Uno de los ejes más presentes fue la necesidad de mantener vivos los valores fundacionales de Europa, entre ellos la democracia. Una ciudadanía atenta, comprometida con las necesidades de su entorno y dispuesta a colaborar más allá de las fronteras es clave para sostenerlos y fortalecerlos.
Educación y voluntariado: aprendiendo en comunidad
También se compartieron experiencias y resultados de proyectos vinculados a la educación y el aprendizaje-servicio, especialmente en Europa Central y del Este. Se debatieron modelos para extender esta metodología al ámbito de la educación secundaria, abriendo nuevas posibilidades para que el voluntariado forme parte del proceso educativo.
Diversidad e inclusión: el voluntariado que transforma
Otro de los temas que más resonó fue el del voluntariado como motor de inclusión y diversidad. Se puso en valor la participación activa de personas y grupos sociales que, muchas veces, son vistos solo como destinatarios de las acciones, pero que pueden ser también protagonistas del cambio.
Garantizar los recursos y las condiciones adecuadas para que todas las personas puedan aportar desde su experiencia es fundamental para un voluntariado más justo y transformador.
Los estudios de investigación presentados en el Congreso reforzaron esta idea: la inclusión de grupos minorizados y de jóvenes no solo amplía el alcance del voluntariado, sino que también fortalece a una generación que busca reconectarse con los demás y encontrar, en el compromiso social, un sentido de identidad y pertenencia.
Un espacio para compartir, aprender y seguir tejiendo red
El encuentro incluyó también la Asamblea General del CEV y la renovación del Board, con nuevos representantes de distintos países. Además, tuvimos la oportunidad de participar en una sesión en el Parlamento Europeo, donde se presentaron propuestas a los parlamentarios para seguir impulsando el papel del voluntariado en las políticas europeas. Con especial énfasis en las actividades impulsadas para el 2026, declarado por las Naciones Unidas como Año Internacional del Voluntario/a.
Más allá de los debates y las presentaciones, fue un espacio de aprendizaje y conexión. Un lugar para compartir perspectivas, descubrir avances, contrastar realidades y seguir tejiendo la red de organizaciones y personas que creen en el poder del voluntariado para construir una sociedad más participativa, empática e involucrada con sus desafíos comunes.
